La participación activa de los padres en la educación musical de los niños, al igual que en el ámbito escolar, es esencial. Garantiza un aprendizaje exitoso, feliz y sin frustraciones.

 

    Además, la implicación de los padres da mayor sentido a la práctica docente porque así se garantiza una continuidad durante el entrenamiento diario en casa que da lugar a los resultados. Los padres y madres se convierten en guías, formando un equipo junto a la profesora para ensalzar a su hijo/-a en un pedestal de paciencia, amor, motivación y respeto.

    

   Semanalmente, uno de los padres asistirá a las clases junto a su hijo/-a y anotará las explicaciones que dé la profesora para así ayudarle y apoyarle durante su práctica en casa, de igual manera que les ayudamos con los deberes del cole.

 

    Durante la práctica en casa, es importante mantener ese ambiente acogedor, relajado y lúdico que construímos durante las clases, reforzando la motivación y el entorno positivo.

 

   La Metodología Suzuki refuerza el papel educador de los padres y estrecha el vínculo de confianza y complicidad al compartir esta experiencia musical junto a sus hijos, animándoles en cada pequeño paso.