Tras años de estudio y observación, el Dr. Shinichi Suzuki determinó que el mejor sistema de educación que existe es el que emplean todos los padres y madres del mundo para enseñar a sus hijos e hijas a hablar. Por ello, ordenó los principios generales que rigen el aprendizaje del habla en una serie de bases que extrapoló al aprendizaje de la música.

 

Todos los niños y las niñas tienen la capacidad de aprender a hablar su propia lengua debido a que están rodeados del lenguaje incluso antes de nacer. Por lo tanto, si se rodean de sonidos musicales también pueden desarrollar la extraordinaria habilidad de comunicarse a través de la música al igual que lo hacen en su lengua materna.

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La música, al igual que el habla, es un lenguaje sonoro y para poder desarrollarlo también son necesarias la escucha, el balbuceo, la imitación, la repetición y la memoria. Nuestro planteamiento es el de aprender con éxito, sin frustraciones y de manera feliz, al igual que cuando aprendemos a hablar. Para ello, seguimos estos principios en el aprendizaje instrumental:

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• Nos rodeamos de mucha música.

 

•  Escuchamos, asimilamos e interiorizamos.

 

• Balbuceamos e imitamos con el instrumento, ejecutando sencillos patrones, al igual que cuando aprendemos a pronunciar nuestras primeras palabras como, por ejemplo, papá o mamá.

 

• Repetimos, reforzamos y memorizamos.

 

• Ampliamos nuestro repertorio progresivamente, repasando y manteniendo lo aprendido, al igual que memorizamos las palabras nuevas sin olvidar las que ya sabemos, ampliando así nuestro vocabulario.

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